El conflicto árabe-israelí proviene de reclamaciones judías y árabes de la tierra palestina y de un más amplio conflicto general entre los judíos y los árabes. Existen dos posibilidades para resolver este conflicto: la solución de un estado y la solución de dos estados. Yo estoy en favor de una solución de dos estados.
La solución de un sólo estado les da a los árabes y a los israelís derecho de igualdad ante la ley. El problema principal de esta solución es que el estado de Israel fue establecido a fin de ser un estado judío. Si cambia la naturaleza judía del estado, los judíos pronto serían [outnumbered] por los árabes, ya que estos tienen un grado más alto de fertilidad que los judíos.
La solución de dos estados, una para los judíos y otra para los árabes, es la preferida por ambas partes pero tiene sus dificultades. Las seis dificultades principales a enfrentar son: Jerusalén, los asentamientos judíos, los refugiados árabes, el agua, las fronteras y la seguridad. Jerusalén es importante para ambas partes. Asentamientos judíos ocupan terreno reconocido por la mayoría como parte del futuro estado árabe propuesto. Los refugiados árabes piden el derecho a regreasar. El agua es un recurso escaso que hay que compartir. Las fronteras tienen que ser acordadas. Las uestiones de seguridad tratan la necesidad de fronteras abiertas para que funcione la solución de dos estados y la cuestión de extremistas en ambos lados que se oponen a esta solución.
Yo opino que debe hacerse lo siguiente para implementar una solución de dos estados.
Ya que los árabes no reconocen el reclamo judío [preposición] Jerusalén, los judíos no reconocen el reclamo árabe [preposición] la misma, y la comunidad internacional no reconoce el reclamo de ninguno de los dos, y es considerada sagradas por judíos, cristianos y musulmanes, los cuales todos quieren garantizar y mantener su libre acceso a la ciudad, Jerusalén debe volverse una ciudad internacional administrada por el Consejo [Trusteeship] de la ONU, la cual nombraría el gobernador de la ciudad.
Ya que violan el IV Convenio de Ginebra y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y son consideradas ilegales por la Unión Europea y la Asamblea General de la ONU, los asentamientos judíos en Cisjordania deben ser evacuados y demolidos así como lo fueron en la Franja de Gaza bajo el Primer Ministro Israelí Ariel Sharón.
Debe cedérseles el derecho a regresar a los hogares que se vieron obligados a abandonar, incluyendo aquellos dentro de la línea de armisitcio de 1949, a los refugiados palestinos, desplazados durante las guerras de 1948 y 1967 y sus decendientes como lo estipula la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, la cuál tambien estipula que aquellos que no eligan regressar deben ser compenssados por pérdida de propiedad por los gobiernos o autoridades responsables de auerdo a la ley internacional o la equidad.
Los/Las [sources] de agua en la región deben ser compartidas justamente de acuerdo a la geografía, el clima, la hidrología, los derechos históricos, necesidades socio-económicas, grado de dependencia, costo de proyectos alternativos, existencia de otros recursos, y uso [nonwasteful] (Sofer 67).
Israel debe regresar a sus fronteras existentes antes del armisticio de 1967. Debe cedérseles a los palestinos [safe passage] entre la Franja de Gaza y Cisjordania sin una sobreabundancia de controles israelíes. El estado palestino debe tener autonomía completa sobre sus cruzes fronterizos entre su territorio y el de Jordania y Egipto. Además, debe cedérsele el derecho de fijar sus propios controles de importación y exportación al estado palestino.
Debe garantizársele a Israel un estado palestino demilitarizado y la garantía de que el gobierno palestino no permitiría ningún ejercito extranjero dentro de sus fronteras. Deben ser prohibidas las bases militares isreaelíes en Cisjordania.
Obras Citadas
Soffer, Arnon, Rivers of Fire: The Conflict Over Water in the Middle East. New York: Rowman & Littlefield Publishers, Inc., 1999.